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¡Un gran lugar para vivir! Mi año sabático aprendiendo Inglés en Vancouver, Canadá
Me sentí renovada emocionalmente mientras vivía en un nuevo entorno. Lo que aprendí fue que me volví más cómoda hablando inglés. Encontré un espacio en mi corazón para finalmente relajarme después de tomar un año sabático. Siempre recordaré este tiempo cuando regrese a Corea.
Quería tomarme un tiempo para mí durante mi año sabático
Hola, soy Song Na Kyung, una estudiante universitaria de 23 años. Después de terminar mi tercer año, necesitaba encontrar un sentido de dirección, así que decidí tomarme un semestre libre y hacer un año sabático de 12 semanas.
La razón por la que quería tomarme un año sabático era porque necesitaba encontrarme a mí misma y aclarar mis pensamientos. También pensé que sería el momento ideal para estudiar un idioma extranjero y experimentar un nuevo entorno.
Elegí este camino porque no me preocupaba demasiado no saber inglés. Cómo iba a tomarme un año sabático, pensé que podría aprender cosas nuevas que no conocía. El ambiente en Vancouver era excelente y fácil de recorrer, así que no tuve ningún problema.
Para Song Na Kyung, tomarse un descanso fue esencial para centrarse en sí misma y obtener claridad sobre el camino que quería seguir en el futuro. A través de nuestra consulta personalizada 1:1, nos aseguramos de priorizar su objetivo principal: tiempo para ella misma. Cada detalle, desde la preparación hasta la elección del destino perfecto, fue cuidadosamente planificado para alinearse con sus necesidades y aspiraciones. ¡Aplica ahora!
Antes de irme, compré una tarjeta SIM canadiense y empaqué los artículos esenciales. También busqué la ubicación de mi homestay y revisé el sistema de transporte canadiense para saber cómo llegar. Presté mucha atención a mi teléfono, ya que me guió para llegar exitosamente a mi alojamiento.
Quería tomarme un tiempo para mí a lo largo de mi año sabático. Siempre había estado rodeada de responsabilidades, pero me resultaba difícil aclarar mis pensamientos por mi cuenta, lo que se volvió estresante.
Mi rutina diaria en Vancouver
Durante la semana, tomaba clases de inglés de 8:45 am a 12:20 pm y luego clases adicionales. Después pasaba tiempo con mis amigos. Entre las 5:30 y las 7:00 pm. cenaba y conversaba con mi familia de homestay, y finalmente tenía tiempo libre después de la cena. Los fines de semana solía viajar con amigos.
¡Mi consejo para un año sabático!
Idioma: Mis padres de homestay eran canadienses, por eso mi inglés mejoró mucho al cenar juntos y escuchar sus conversaciones. Estudiar es importante, pero convivir con locales te ayudará a mejorar más rápido en un idioma extranjero.
Alojamiento: La mejor opción para aprender un nuevo idioma es quedarse en un homestay.
Costos: No estoy segura sobre otros países, pero en Vancouver comer fuera es caro. En Corea, comer en un restaurante suele costar alrededor de 7,000 won.
Viajes: Hay muchos lugares increíbles en Vancouver. Me encantan Deep Cove en North Vancouver, English Bay Beach cerca del centro y Kitsilano Beach, que me impresionó mucho.
Equipaje: No lleves demasiada ropa cuando vivas en el extranjero, solo lleva lo necesario.
Si sientes que te estás perdiendo a ti mismo y te sientes desanimado, tal vez lo mejor sea tomarte un descanso haciendo un año sabático.
Siento que finalmente encontré un espacio para relajarme cuando participe en un año sabático.
Pude descubrir muchas cosas nuevas sobre mí misma. Después de mi año sabático, logré organizarme mentalmente y sentirme mucho más cómoda. Creo que esta experiencia me renovó emocionalmente al estar en un nuevo entorno.
Después de vivir esta experiencia, creo que finalmente tengo espacio en mi corazón para relajarme. Recordar estos momentos a menudo después de regresar a Corea me ayudará a recargar energías.
Mi reseña sobre el año sabático
EXPERIENCIA: Fue muy renovador emocionalmente experimentar no solo un nuevo idioma, sino también un nuevo entorno.
APRENDIZAJE: Ahora puedo usar el inglés con confianza gracias a esta experiencia.
ENTORNO: Vancouver es una ciudad hermosa. Hay menos gente que en Corea, lo que la hace acogedora. North Vancouver, donde estaba mi homestay, era muy tranquilo y apartado, lo que me ayudó a relajarme.
SEGURIDAD: Es un lugar muy seguro, al igual que Corea, y el tráfico también es bueno.
TIEMPO LIBRE: Aquí tuve mucho tiempo libre, que era mi objetivo, y lo aproveché para ordenar mis pensamientos en inglés y reflexionar por mi cuenta.